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Ene 2019
“TESTIGOS DEL MISTERIO” es una llamada a SER CATEQUISTAS desde la experiencia personal de encuentro con el Señor, que es la que pone fuerza a nuestras palabras y a toda nuestra labor catequética.
DIA DEL CATEQUISTA: “TESTIGOS DEL MISTERIO”
Cada año el Día del Catequista se convierte en un día festivo de encuentro para todos los catequistas de Navarra.
La Virgen del Puy de Estella ha hecho, este año en el que celebra el 60 aniversario de su coronación, de extraordinaria anfitriona abriendo su casa a más de 450 catequistas de toda nuestra Diócesis.
“Testigos del Misterio” ha sido el lema de esta jornada, y la imagen de María visitando a su prima Isabel (la Visitación) la expresión de lo que ha de ser un catequista, un hombre o mujer lleno de Dios que hace de su vida un anuncio del Evangelio. Escuchar y acoger la Palabra, orarla y guardarla dentro de nosotros, anunciarla compartirla, celebrarla… Vivir la experiencia de la encarnación que nos hace salir al encuentro de los otros para contar y compartir lo vivido. Así lo hizo María con Isabel.
La oración en la Basílica del Puy marcó el comienzo del día. Escuchamos el eco de la vivencia de María, vivencia de pequeñez y sencillez mirada por Dios. Realidad desde la que abrió el corazón a Dios diciendo, sí, y que luego anunció con alegría a su prima Isabel.
El día soleado lleno de color y calor del bueno invitaba a realizar una “bajadica del Puy” cuya primera parada fue el Colegio del Puy.
Los Misioneros del Verbo Divino nos presentaron “la historia de una Biblia”, relato y testimonio de una catequista que vivió con fuerza el encuentro con la Palabra, que cambió su vida y la de toda su familia.
Este momento concluyó con la entrega de una Biblia Joven a cada catequista, un regalo que nos emocionó y que agradecemos profundamente a los Misioneros y Editorial Verbo Divino.
Seguimos nuestra bajadica hasta la Iglesia de San Miguel, para detenernos un momento ante el Misterio, a contemplar y adorar. La Hermana Mª Teresa, monja Benedictina, introdujo este momento de oración con unas preciosas palabras que nos ayudaron rezar con más profundidad.
La última parada fue en el Centro Parroquial. Dos grandes testigos de ayer, Pedro y Pablo, nos relataron su experiencia y los símbolos que reflejan los primeros pasos en la fe de la Iglesia primitiva: las llaves y la espada.
Y este recorrido terminó con un sentido y agradecido homenaje a D. Fernando Sebastián, que ha dejado un legado importante para nosotros catequistas y para la misión evangelizadora de la Iglesia.
La Eucaristía en la Iglesia de San Juan, presidida por nuestro Arzobispo D. Francisco Pérez, nos recordó una vez más que somos enviados a ser “Testigos del Misterio”, y nos hizo una invitación: “RÍE” ( reconocer-integrar-elegir).
El día terminó compartiendo mesa y mantel en el Restaurante La Navarra, en un ambiente animado y festivo.
Un año más, este Día del Catequista ha sido una hermoso encuentro que ha dejado en todos el “buen sabor de la ALEGRÍA”. ¡Ojalá ésta sea reflejo y testimonio de lo que vivimos y llevamos dentro!
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